sábado, enero 24, 2009

«Bookcrossing», lo último para invitar a leer en valenciano

Sábado, 24-01-09

M. MOREIRA
VALENCIA. Inspirados en el fenómeno «Bookcrossing», gracias al que 733.540 personas en todo el mundo intercambian gratuitamente sus libros desde hace años, una serie de instituciones valencianas han decidido poner en marcha una iniciativa similar con el objetivo de incentivar la lectura en la lengua vernácula.
La normativa interna que rige el proyecto «Creuallibres» es más institucional y menos fascinante que la de su matriz, pero gracias a la colaboración de la Acad_mia Valenciana de la Llengua, de la Universitat de Val_ncia y la Universidad Politécnica de Valencia, éste nace con la donación de un buen catálogo de libros con los que comenzar a compartir.

Capturas y liberaciones
En esencia, la idea es la misma. Una persona registra en la página web de «Creuallibres» un libro que ya haya leído, y a cambio puede acudir a alguno de los cinco puntos de recogida repartidos en la ciudad de Valencia para tomar prestado alguno de los títulos que han puesto a disposición otros usuarios. La diferencia básica con «Bookcrossing» es que las «capturas» y las «liberaciones» de libros no se producen de forma espontánea y fortuita -«olvidándolos» en un parque, por ejemplo-, sino de forma premeditada y ordenada.
Las ventajas de este método son evidentes, sobre todo en tiempos de crisis. Es divertido, barato y ventajoso desde el punto de vista ecológico, puesto que incentiva el ahorro de recursos de papel. Por otra parte, la página web desde la que se gestiona esta nueva red social es a su vez un enorme club de lectura, en el que cada usuario anota sus impresiones sobre el libro que ha leído, y donde es posible acceder a valiosas estadísticas sobre los títulos que más interesan al público de cada país. En estos momentos, el furor «Bookcrossing» se ha extendido a 130 países de todo el globo.

Editores susceptibles
Las susceptibilidades que esta iniciativa levantó entre los editores y libreros se disipó rápidamente cuando las estadísticas demostraron que el número de socios que adquieren libros basándose en las opiniones que reciben en «Bookcrossing» es muy superior al de libros que cambian de manos realmente.