«Internet ha favorecido mucho a la literatura»

Reina de la literatura juvenil, con más de un millón de ejemplares vendidos, la autora presenta 'Alas negras'
IÑAKI ESTEBAN


La autora de 'Memorias de Idhún'. / MIREYA LÓPEZ
i.esteban@diario-elcorreo.com
«Antes leer era un placer solitario, ahora puedes conectar con muchas personas»
Si hubiera escrito en inglés, hoy rivalizaría con J.K. Rowling, la creadora de 'Harry Potter'. Laura Gallego García, valenciana de 31 años, es la protagonista del mayor éxito de la literatura juvenil en España, con un millón de libros vendidos, lo que en el negocio editorial significa coronarse para siempre. Con la trilogía de 'Memorias de Idhún' se convirtió en la autora más famosa del género fantástico en el panorama hispano, y ahora vuelve con 'Alas negras' (Laberinto), continuación de 'Alas de fuego'.
-¿Cómo ha conseguido enganchar a los lectores jóvenes y adolescentes?
-No hay lectores jóvenes y adolescentes. Es una categoría que se inventan los adultos, y que si la emplea un escritor y rebaja el lenguaje o trata de adaptarlo a lo que él piensa que es esa edad, seguro que fracasa. La idea de que la fantasía se dirige exclusivamente a jóvenes sólo la tenemos en España. En otros países la disfrutan a cualquier edad. La literatura para jóvenes es la que ellos leen y eligen como propia.
-¿Qué libro le marcó?
-Sin duda: 'La historia interminable', de Michael Ende. Lo leí con ocho años y me gustó tanto que cuando lo terminé volví a la primera página para volver a leerlo. Luego lo he leído más de veinte veces.
-¿Por qué le gustó tanto?
-Ahora que soy mayor ya sé decir lo que me gusta del libro: la imaginación del autor, en cada página tienes la semilla para una nueva historia. Es impresionante. Me gusta frente a esos libros de fantasía en los cuales tienes unos mapas, unas razas y todo está regulado. El mundo fantástico de Ende no tiene fronteras. Cabe cualquier cosa que te puedas imaginar.
-Usted mantiene una de las páginas web más visitadas dentro de la literatura.
-Internet ha sido muy importante en mi vida profesional. Llevo veinte años escribiendo, diez publicando y ha sido en los últimos seis años cuando el uso de mi página se ha disparado. A mí me sirve para informar a mis lectores de las novedades, de las ciudades que visito, para que vengan a verme si quieren. Cuando yo era jovencita y admiraba a una serie de autores, me daba la sensación de que no podría conocerlos jamás. Ni siquiera sabían cómo eran. No podía hacerme una imagen mental de su cara. Pero ahora los chicos tiene la oportunidad de conocer a los autores y de hacerles preguntas.
-Los chavales hacen muchos comentarios sobre sus obras en Internet.
-Internet está haciendo una cosa importante: crear comunidades de lectores, conectar con otras personas que han leído un libro y que les ha gustado. Antes leer era un placer solitario. Tú leías en tu casa y si tenías suerte a lo mejor podías comentar el libro que te había gustado con tus amigos, aunque en toda mi clase sólo había una persona a la que le gustaba la literatura fantástica. La Red ha favorecido mucho a la literatura.
Tráilers caseros
-Y además de comentar los libros, también ellos escriben sus historias.
-Sí, o se inventan otros finales, o crean juegos de rol 'online' sobre las historias de los libros. Cuando salió el primer volumen de 'Memorias de Idhún', yo me opuse a que hicieran una película a partir de esa historia. Pero los lectores montaron un tráiler casero sobre el libro que todavía rula por YouTube. Y a raíz de eso, otros lectores grabaron otros tráilers. Los editoriales se dieron cuenta y ahora lo hacen ellas para promocionar sus libros en la Red.
-Entonces, la literatura y las nuevas tecnologías no se repelen.
-Los libros son una parte del ocio de los chavales. Los que leen también están en Internet, tienen una videoconsola y ven la tele. Lo hacen todo. Es un error decirles: 'Deja de jugar y ponte a leer'.
-Ha vendido más de un millón de libros. Podría ser una estrella de la literatura. Pero es muy raro verla en los medios de comunicación.
-La gente piensa que nos hacemos escritores para ser famosos, y no entienden que muchas veces es al contrario, si escribimos es justamente porque somos tímidos, y las cosas que nos cuesta expresar en público las expresamos en los libros. No me molesta que los chavales me reconozcan en la calle, en la librería, en el metro. Pero no me gustaría ser una cara reconocible por cualquier persona. Soy muy celosa de mi intimidad, y estoy aquí para escribir, no para hacer el paripé. Lo tengo clarísimo.